«Después de medianoche» y «La chica de seda artifical», de Irmgard Keun, vuelven a las librerías

Irmgard Keun
Después de medianoche
Traducción de Carmen Gauger
Alexanderplatz, 3
Páginas: 164
ISBN: 978-84-948366-2-6
PVP con IVA: 16,50 €
Fecha de publicación: 27 de febrero

 

Irmgard Keun 
La chica de seda artificial
Traducción de Rosa Pilar Blanco
Alexanderplatz, 7
Páginas: 180
ISBN: 978-84-948366-3-3
PVP con IVA: 17 €
Fecha de publicación: 27 de febrero

 

 Irmgard Keun (Berlín 1905-Colonia 1982) fue una escritora de éxito durante la República de Weimar. En 1933 los nazis secuestraron sus libros y dos años más tarde se exilió de Alemania. A raíz de la ocupación nazi de Holanda en 1940 y tras la separación de su compañero ―el escritor Joseph Roth, con el que había vivido un intenso año entre Viena, Bruselas, París, Ostende y Ámsterdam― se vio obligada a regresar a su país, donde las autoridades la daban por muerta. Allí vivió clandestinamente hasta el final de la guerra. Durante los años ochenta, los lectores alemanes redescubrieron sus novelas, entre las que se cuentan Después de medianoche, La chica de seda artificial, Niña de todos los países y Gilgi, una de nosotras. En ellas, el punto de vista de una protagonista femenina suele irrumpir de la mano de un humor desenfadado aunque melancólico.

Después de medianoche

A Susanne, una chica de provincias de diecinueve años que intenta hacerse camino en la Alemania nazi, le gustaría abrir con Franz, su singular novio, una tabaquería. Pero poco antes de la inauguración arrestan a Franz y a su único amigo Paul, quienes han sido denunciados a la Gestapo por el dueño de otra tabaquería cercana. Cuando finalmente queda en libertad, Franz se venga del denunciante y Susanne debe tomar una decisión que cambiará sus vidas. Después de medianoche, que se publicó en 1937 en Amsterdam, recrea un mundo habitado por una nutrida galería de personajes cuyas peripecias expresan la desquiciada vida cotidiana durante el Tercer Reich, así como las distintas actitudes ante el régimen.

La chica de seda artificial

«Deseo escribir como si todo fuera una película porque mi vida es eso y lo será todavía más. Además me parezco a Colleen Moore si ella se hiciera la permanente y tuviese la nariz más chic y un poquito respingona. Más tarde, cuando lo lea, todo será como en el cine, me veré en imágene s. Ahora estoy en mi cuarto en camisón, que se ha deslizado desde mis célebres hombros, y todo es de primera, aunque mi pierna izquierda es un poco más gruesa que la derecha. Sin embargo, apenas se nota.» Así se explica Doris, la protagonista de esta novela aparecida en 1932, una joven secretaria que sueña con llegar a ser una estrella de cine en la Alemania de la crisis económica. El robo de un abrigo de marta cibelina, que Irmgard Keun convierte en un personaje más de la narración, la empuja a dejar la ciudad de provincias en que vive y huir a Berlín. En la capital de vida desbordante, descrita en frenéticos pasajes, Doris descubre que ser una estrella no es tan importante como creía.

Sobre Después de medianoche se ha dicho:

«Una de mis escritoras más admiradas. Supo aunar como pocas una postura moral y política íntegra frente al nazismo con una gran fuerza expresiva.»

Elfriede Jelinek, Premio Nobel de Literatura 2004.

«Lo más impresionante de Después de medianoche no es la experiencia individual que cuenta, sino el tono exquisitamente natural y el desplazamiento del protagonismo a la colectividad.»

Robert Saladrigas, La Vanguardia

«Una de las novelas más lúcidas y atrevidas sobre la pesadilla cotidiana del terror nazi. […] Impacta la autenticidad, pero sobre todo la inteligencia argumentativa y la chispa maravillosa con que está escrita.»

Cecilia Dreymüller, Babelia

 Sobre La chica de seda artificial se ha dicho:

«Qué talento el de Irmgard Keun: su estilo es económico, preciso, exacto, contundente como un puñetazo en la barbilla.»

Rosa Montero, El País Semanal

«Una novela picaresca moderna, fresca e inteligente. […] El desparpajo verbal y el corrosivo humor de la protagonista no han perdido nada de su atractivo. Deliciosa»

Cecilia Dreymüller, Babelia

«Guarda un equilibrio perfecto entre la frialdad descriptiva, urbana, y el impulso poético concedido a la entrañable humanidad de la protagonista.»

Marisa Siguan, El Periódico